Víctor Laguardia

Éste año 2009 no ha sido un año especialmente bueno para el fútbol español en categorías inferiores. Con el dominio absoluto de Alemania en Europa y con la eliminación de la selección en octavos del Mundial sub-20 y en semifinales del Mundial sub-17, la "pequeña" roja dice adiós a un año sin títulos (salvo por los Juegos Mediterráneos) y sin llegara disputar ninguna de las posibles finales que se han dado durante ésta temporada. Ésto para nada quiere decir que haya ahora peores jugadores que hace un año o dos, simplemente no se dieron los resultados o los equipos no estuvieron del todo bien equilibrados. Equipazo parecía llevar el sub-20 al Mundial de Egipto, donde tras dar una lección de fútbol en la primera fase de grupos fue llegar a octavos y caer ante una flojísima Italia de Mustacchio, Mazzarani o Albertazzi, algunos de los jugadores más destacados de ese conjunto. No sirvieron de nada los goles y detalles dejados anteriormente por Aarón Ñíguez, Fran Mérida, César Azpilicueta o Daniel Parejo. No llegaron los goles de Emilio Nsue, no llegaron los paradones de Sergio Asenjo, y España dijo adiós de forma totalmente inesperada tras, vuelvo a repetir, su perfecta fase de grupos en la que venció sin recibir un solo gol y con bastante eficacia a Tahití, Nigeria y Venezuela. Me gustó el equipo español pese al mal resultado final, me gustó ver como habían progresado algunos jugadores a los que no tengo la suerte de verlos jugar regularmente, y sobre todo me entusiasmó especialmente un jugador del cual sabía poco o nada y que siendo titular en el centro de la zaga cuajó actuaciones más que sobresalientes. Su nombre, Víctor Laguardia Cisneros (05-11-1989).
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Nacido en Zaragoza hace 20 años, Víctor es un zaguero central al que ya pudimos ver disputar los juegos Mediterráneos de 2009, donde la selección española se hizo con el oro en la competición. Hasta entonces, no había participado en ninguna cita internacional. Y es que éste chaval ha ido mejorando de manera algo silenciosa en la cantera del Real Zaragoza hasta dar éste año el puñetazo sobre la mesa. Sus inicios en el fútbol se dieron en un par de clubes filiales de la ciudad maña. De muy joven ingresó en el club Oliver para posteriormente pasar al Stadium Casablanca y finalmente firmar por el club más grande su ciudad y uno de los clásicos del fútbol español, el Real Zaragoza. Allí mejoró día a día, temporada a temporada hasta alcanzar el equipo B en 2008. Por entonces el segundo equipo jugaba en la Tercera División del fútbol español, y sin dificultad comenzó a jugar de titular hasta completar una temporada con casi 40 partidos disputados. Su buen hacer y sobre todo el ojo del seleccionador y sus ayudantes en la selección sub-20 lo llevaron primero a los Juegos Mediterráneos y posteriormente al Mundial de la categoría tras su buen papel en el primero de los torneos. Paso de gigantes que ya le ha permitido tener ficha éste año en el primer equipo del Zaragoza e incluso el haber disputado ya 2 encuentros ligueros en la máxima categoría del fútbol español.

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Laguardia como ya hemos comentado ocupa el puesto de defensa central. Se trata de un jugador físicamente muy fuerte, que mide 1'84 metros de altura y que además es rápido al corte. Lo mejor de éste futbolista es la seriedad con la que afronta los partidos, da una sensación de seguridad atrás que impresiona y que inspira confianza a sus compañeros de atrás. Sabe situarse muy bien en la zaga, le gusta y sabe estar bien colocado y dejando pocos espacios de maniobra al atacante rival para dificultarle al máximo su trabajo. Una de las cosas que debe mejorar un poco es el cuidarse a veces un poco la espalda, pero lo cierto es que pocos fallos se le pueden sacar viendo su magnífico trabajo en los torneos sub-20. Por arriba es un zaguero bastante inexpugnable, que no se deja anticipar, que salta con potencia y sin miedo al choque, casi siempre ganando la partida por su corpulencia y capacidad de salto. Otra de las virtudes a destacar y quizás de las que más es su capacidad de reacción, atento al máximo a cada movimiento del rival, es rapidísimo a la hora de reaccionar y salir a un cruce o lanzarse al suelo a por un balón para impedir la acción del contrario. También hay que comentar que es un jugador aprovechable en las jugadas a balón parado por su altura, aunque todavía no se muestra muy fino en ésta función. Laguardia además es un futbolista que saca el balón jugado, lo hace con precisión en la entrega, arriesgando lo justo y siempre con sentido. Resumiendo hablamos de un central muy completo en todos los aspectos, todavía con mucho que mejorar, pero con un amplio margen para ello.

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Ahora está jugando en la selección sub-21, con la que ya ha jugado dos encuentros, y en Zaragoza ya lo tienen atado hasta 2012, saben que tienen jugador para rato y que pocos futbolistas tan jóvenes le pueden asegurar tantísima tranquilidad atrás. Queda ver el uso que le van a dar en Primera División, donde se está haciendo hueco del mismo modo que ya alcanzó la sub-20, de forma silenciosa y cumpliendo con su papel sin más preámbulos. Éste chaval puede ser en la próxima década uno de los centrales a seguir y admirar en España. Sus virtudes, su seriedad en el trabajo y sobre todo su enorme juventud pueden llevarle a lo más alto si las lesiones le respetan y sigue los pasos que hasta ahora ha ido llevando. Está claro que lo mejor de cada club está en su cantera, siempre y cuando ésta sea bien cuidada. A ver que futuro le espera a Laguardia, un jugador especial, un central sensacional.