No es nada bueno mezclar la política con el fútbol, porque por encima de todo, el fútbol es un deporte, pero hay casos en los que este tipo de situaciones son inevitables. Eso es lo que ocurre con un jugador nacido en Irán pero nacionalizado e internacional con las categorías inferiores de Alemania, se trata de Ashkan Dejagah (05-07-1986). El chaval nacido en Tehran, Irán, fue salpicado de lleno en la política cuando se negó a viajar a Israel para jugar un partido con la selección alemana sub-21 por cuestiones políticas según reveló el mismo futbolista en una entrevista, sin embargo no fue excluido del plantel nacional. Se sabe de sobra el odio entre los pueblos israelí e iraní aunque realmente, si el jugador está jugando con la selección alemana y no con la de su país de orígen no debería haber provocado tal revuelta con dicha declaración y debería haber asistido al encuentro como alemán y no como iraní. Dejando ya este delicado tema, hablaré del jugador en sí y del porque se merece un artículo, ya que detrás de tanta polémica hay un gran futbolista capaz de hacer cosas fantásticas con el balón. Dejagah es un centrocampista zurdo, capaz de jugar como segundo delantero, con gran habilidad y potencia. Su altura es cercana al metro ochenta y sabe utilizarla a la perfección, sin embargo no destaca en la faceta del juego aéreo. Como centrocampista se incorpora al ataque como si de un delantero se tratase, siempre participa en las jugadas de ataque subiendo hasta el mismo punto de penalty si es necesario para marcar goles, esta temporada está cuajando grandes actuaciones con el Wolfsburg, su actual equipo, donde lleva ya anotados 7 goles en 25 encuentros. Dejagah es un jugador rápido de piernas, con habilidad y confianza, le falta ser algo más regular y no ser tan inocente como es en determinadas jugadas, pero son facetas pulibles con el paso de los años. Tiene la calidad de los grandes jugadores de Irán mezclada con la potencia típica y tradicional del fútbol alemán, una mezcla explosiva que lo convierte en un jugador muy peligroso y una de las mayores promesas de toda la Bundesliga. Dejagah comenzó a jugar al fútbol cuando era un niño en la cantera del Reinickendorfer Füchse hasta 1999, entonces fichó por la cantera del TeBe, donde permaneció una temporada. Tras su buen progreso, fichó por los escalafones inferiores del Hertha de Berlín, donde partició de forma activa hasta en 4 temporadas, tras ello, pasaría al equipo II o reserva, donde jugó 56 partidos anotando 21 goles. Sus buenas actuaciones con el filial, así como sus continuas convocatorias con las selecciones menores de Alemania le llevaron al primer equipo, donde llegó a disputar 35 partidos marcando 3 goles en la primera división del fútbol alemán. Finalmente ficharía para esta temporada por el conjunto del Wolfsburg, con el que ya lleva 7 goles y donde se ha convertido en una de las piezas claves del conjunto alemán. Internacionalmente ha disputado partidos con las selecciones alemanas sub-17 (4 partidos), sub-19 (15 partidos y 7 goles) y sub-21 (12 partidos y 2 goles). Actualmente sigue permaneciendo al plantel sub-21, aunque en la última convocatoria no entró en los planes de Dieter Eilts, el seleccionador alemán sub-21. Quizás pronto comienze a sonar con más fuerza su nombre, la posibilidad de que su equipo alcanze esta temporada la participación en competición europea podría servir de detonante final para que este talentoso iraní-germano se de a conocer de forma definitiva. De momento, lo mejor para Dejagah es seguir disfrutando de partidos y olvidarse de toda cuestión política, pues ante sí tiene todo lo necesario para conseguir triunfar ya sea en Alemania o en otra de las grandes ligas europeas.
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