Bakary Sako

Como ya saben, el Festival Internacional de Toulon 2009 finalizó hace algunas semanas con Chile como campeona del torneo sorprendiendo a Francia en la final y haciendo una competición casi perfecta habiendo encajado tan solo un gol durante toda la competición. Francia, principal candidata al título con un equipo repleto de jóvenes talentos de serias posibilidades en la mayoría de los casos a alcanzar la selección absoluta dentro de algún tiempo, defraudó al no alzarse con el título y por lo que se esperaba del conjunto en sí. Un equipo que no estuvo en ningún momento fino de cara a puerta, siempre siendo superior a sus rivales especialmente en el físico pero cuya falta de gol acabó pagando caro en la gran final del torneo. Sorprende que jugadores como David N'Gog, el 9 de los galos, se marchara del torneo sin anotar ningún gol. Muy pocos goles anotados y multitud de ocasiones desperdiciadas. Futbolistas como Kembo-Ekoko, Obertan o Moussa Sissoko vieron sus balones siendo desviados de la portería una y otra vez desesperadamente. Durante todo el torneo, el cual por suerte he podido seguir en su totalidad, me sorprendió un jugador del conjunto francés que jugaba de extremo del que conocía su nombre y poco más, al cual se le ven muy buenas condiciones pero también tiene aspectos a mejorar. Su nombre es Bakary Sako (26-04-1988).
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Nació en Ivry-sur-Seine, una pequeña localidad situada en París. Pese a ser internacional francés, sus raíces provienen de un país futbolero en África como es Malí, de donde son sus padres. En la convocatoria sub-21 para el Torneo de Toulon sorprende que es de los pocos jugadores que no juegan en Primera División, pues forma parte del Châteauroux, un conjunto de la zona baja de la Ligue 2 francesa. Allí lleva toda su carrera deportiva, entrando en 2001 en el filial para comenzar su formación y alcanzando el primer equipo en el año 2005, desde entonces su progreso ha ido a más, siendo en la actualidad titular indiscutible en el modesto conjunto francés. Curioso es su andadura como jugador internacional, pues si hace 4 años jugaba con la selección de Malí sub-17, a partir de la categoría sub-18 se decantó por la selección francesa y desde entonces ha ido siendo convocado escalón tras escalón, alcanzando ahora la sub-21 en la que es titular quizás algo injustamente por delante de dos jugadores bastante más hechos como Kembo-Ekoko o Gabriel Obertan, pero dando buen rendimiento. Sako actualmente suma más de 60 partidos con el Châteauroux habiendo anotado más de 10 goles, cifras que mejora cada temporada, siendo cada vez más importante a cada año que pasa en el equipo.

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Sako es un jugador zurdo adaptable a cualquiera de los dos extremos, natural en el izquierdo pero siendo igualmente muy peligroso en el extremo diestro a pierna cambiada. Un jugador del que lo primero que hay que comentar y que es lo que realmente me deja algunas dudas sobre su juego es que es individualista en exceso, siempre se la juega el solo y pocas veces lo podemos ver participar en equipo con sus compañeros. Debe aprender muchísimo sobre esto, por poner un caso de un ejemplo parecido dejo el nombre del holandés Arjen Robben, con quien no lo comparo salvo en el tema del individualismo con el balón. Dejando atrás este aspecto, hablamos de un jugador realmente a tener en cuenta por condiciones físicas y técnicas. Sako, que mide 1'80 metros, es una auténtica bala por la banda, un especialista en realizar cambios de ritmo y que en carrera es complicadísimo de para por su potencia y rapidez con la que avanza con el balón. Tiene muchos recursos para salir con el balón en el regate, le gusta encarar y lo intenta una y otra vez durante el partido independientemente del número de jugadores que vayan a taparle. Quizás su juego sea demasiado nervioso, pero sí que logra hacer daño continuamente por la banda. Además de la velocidad y el regate, su otra gran virtud es su disparo a portería. Es un jugador que le pega con una fuerza espectacular a la pelota y que le gusta mucho probar desde largas distancias. No hay un partido que pase sin que deje de probar fortuna de cara al gol desde lejos, pero lo mejor es que no solo imprime potencia al disparo sino que además habitúa a darle buena dirección. Otra cosa que debe mejorar es ayudar más en tareas defensivas, donde se le ve pocas veces.

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Su verticalidad y desborde con solo 21 años son como poco para tenerlos en cuenta y más cuando es un jugador que milita en un equipo débil en la Ligue 2, una apuesta de futuro a un coste bajo pero con el condicionante de que en Sako podemos ver reflejado el individualismo puro, aunque eso sí, tiene tiempo más que de sobra para mejorar y entre otras cosas intentar borrar o maquillar esa manía que tiene de coger el balón y buscar resolver todo por sus propios medios, que no niego que no sea capaz de hacerlo, pero el fútbol es un deporte de equipo. Habrá que darle un voto de confianza, por su espectacularidad, por su juventud y porque sus condiciones son enormes para triunfar de aquí a unos años.