Exequiel Benavidez

Si el Sudamericano sub-20 sirvió para llevarnos muchas sorpresas, la cara amarga la protagonizó la selección albiceleste, que tras ser campeona en el pasado Mundial sub-20 de Canadá, no estará en Egipto en la edición de este año tras un lamentable sudamericano donde no solo no lucharon por el título, sino que se vieron superados por buena parte del resto de selecciones. Y es que poco se puede salvar del equipo argentino. Jugadores llamados a marcar las diferencias como Insúa o Zuculini no dejaron de hacer una competición mediocre, y de todos los jugadores que compusieron esa selección me gustaron en especial tres. Uno como no puede ser de otra manera es el "Toto" Salvio, líder del equipo, máximo goleador y una de las esperadas revelaciones del torneo. Me sorprendió para bien también el lateral derecho Fernando Meza, muy ofensivo y sin embargo rápido para volver a la marca. Y el otro que me pareció un jugador muy aprovechable y que ahora está comenzando a jugar en el equipo de Boca Juniors es Exequiel Emanuel Benavídez (05-03-1989).
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Nació en Santiago del Estero, una ciudad situada al norte de Argentina. Su posición es la de mediocampista defensivo y a sus 20 años es de los jugadores más prometedores del primer equipo de Boca junto a Mouche, Gaitán o Roncaglia. Benavídez se ha formado en la cantera bostera, de la misma que salieron Gago o Banega, pero el jugador a quien quiere parecerse confesó que es a Sebastián Battaglia, cuyo hermano pequeño debutó hace nada con el primer equipo. Prácticamente se podría decir que no se sabía nada de Exequiel hasta el Sudamericano. Antes no había formado parte de ninguna categoría inferior de la albiceleste y sus participaciones en el primer equipo de Boca Juniors han llegado tras su interesante papel con la sub-20. En 2007 jugó la Youth Cup en Malasia con su equipo, y desde entonces su juego ha ido mejorando muchísimo, hasta alcanzar la meta de ser internacional por Argentina. Antes de comenzar el Sudamericano, para mí era un total desconocido, sin embargo y pese al juego del equipo argentino fue de lo que más me sorprendió.

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Benavídez comenzó como titular por la lesión al inicio del torneo de su compañero de equipo y posición Zuculini. Exequiel es un futbolista de esos que da equilibrio al equipo, un apoyo siempre presente, que no se esconde y que se ofrece en cualquier zona para ayudar. Defensivamente podría decir que se deja el alma por el equipo, corre, lucha y siempre va fuerte al choque a pesar de no ser un jugador muy alto (1'78 metros). Le encanta conducir el balón y abrir el juego a las bandas, siempre recibe y rápidamente está levantando la cabeza para buscar a un compañero desmarcado. No solo se presta en la destrucción y creación del juego sino que además le gusta incorporarse al ataque en segunda línea. Posee un buen disparo y es muy habitual ver a Benavídez en las inmediaciones del área cuando su equipo ataque. Es un futbolista con mucha libertad sobre el campo, una movilidad convertida en trabajo en todo momento, tanto cuando ataca su equipo como cuando defiende. Por último hay que comentar que tiene una calidad individual notable. No es un mago en el regate pero se desempeña bien, optando normalmente por la opción segura.

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Cerca de 20 son las convocatorias que acumula ya con la selección sub-20. Muy probablemente pase a formar parte pronto de la sub-21, ya que en Boca Juniors están comenzando a contar con él aunque sea a ratos y muy cortos pero en los que si Benavídez sabe aprovecharlos, pronto se hará un hueco importante en el primer equipo. Lo mejor de este jugador no es otra cosa que su precio, que no debe pasar los 2 millones de €, pero lógicamente si te lo llevas a Europa sin casi nada de experiencia profesional ni siquiera en su país, corres el riesgo de que se estanque como le pasa a tantos jugadores prometedores, la cuestión es arriesgar. Es una lástima no poder verlo en el Mundial sub-20, pero sí que al menos se le podrá seguir en el Clausura 2009. Esperemos que las lesiones le respeten y su proyección no se corte.